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Sergio Sarmiento: El gran fiasco

Sergio Sarmiento

“Cualquier tonto puede lograr el fracaso. Pero un fiasco, un fiasco es un desastre de proporciones míticas”.

Cameron Crowe

A veces parece que el presidente López Obrador vive en una realidad alterna. El 24 de mayo de 2020 afirmó: “Tan bien que íbamos y se nos presenta lo de la pandemia”. El 9 de junio añadió: “México está dando un ejemplo en el mundo porque logramos aplanar esta curva y evitar que se saturaran los hospitales sin medidas coercitivas, sin el uso de la fuerza, con la participación voluntaria, consciente, de los ciudadanos. Esto no se logró en otras partes del mundo”. Este 29 de enero de 2021, en el video en Palacio Nacional con el que buscó disipar los rumores sobre su salud, afirmó: “Yo soy optimista en todos sentidos. Estoy seguro de que vamos a superar esta situación difícil de la pandemia y vamos a recuperar nuestra economía, nuestros empleos. Es cosa de no rendirnos. No se puede vencer a los que no nos rendimos”.

Vamos muy bien, requetebién, parece el lema de López Obrador. Este optimismo no lo expresaba en otros gobiernos, a los que criticaba constantemente por sus decisiones y corrupción. Hasta la fecha responsabiliza a los gobernantes anteriores, especialmente a Felipe Calderón, quien dejó el poder en 2012, por todos los problemas que enfrenta. No hay duda, sin embargo, que su propio régimen ha tenido en la pandemia una prueba de fuego de la que no ha salido bien librado.

El covid-19 no es un problema solo en México. El desempeño de nuestro país, sin embargo, se encuentra entre los peores del mundo, tanto en contagios y muertes como en consecuencias económicas. “Lo que en uno de mis artículos llamé ‘el fiasco del siglo'”, ha escrito la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie en su libro Un daño irreparable: la criminal gestión de la pandemia en México, consiste “en haber apostado -contra toda la evidencia científica-por una estrategia que implicaría sacrificar la vida de más de 3.5 millones de personas, pensando que sería el camino más fácil y menos costoso”.

Algunas decisiones del presidente se entienden. Prefirió no utilizar la fuerza pública para forzar un confinamiento total y obligatorio, que habría tenido un enorme costo humano y económico. Varios países que han decretado confinamientos forzosos, como Italia, España y Argentina, no han contenido la pandemia. Sin embargo, las medidas técnicas que debieron haber tomado los científicos, como el secretario de salud, Jorge Alcocer, o el subsecretario, Hugo López-Gatell, resultaron simplemente lamentables. Quizá las dos peores fueron la negativa a realizar pruebas de covid y la tardanza para recomendar el uso de mascarillas. La resistencia del presidente para usar cubrebocas, supuestamente por consejo de sus médicos, ha sido especialmente dañina.

El tema se ha politizado. Los críticos de AMLO cuestionan toda decisión de su gobierno, mientras que sus simpatizantes mantienen que tenemos el mejor gobierno posible, el cual no puede cometer errores. El propio presidente fomenta la polarización al afirmar que cualquier crítica solo puede provenir de conservadores-neoliberales que buscan regresar a los tiempos de la corrupción.

La agencia Bloomberg de noticias, sin embargo, coloca a México en el último lugar de los 53 países en su índice de resiliencia contra el virus, mientras que la doctora Ximénez-Fyvie advierte que México ha caído en un fiasco espectacular que ha provocado un daño irreparable al país. Son cuestionamientos cada vez más difíciles de negar.

Sin mascarillas

Las tribunas del torneo de tenis de Adelaida, Australia, han estado llenas de público sin mascarillas. Asombra, pero se entiende. Australia lleva una quincena sin casos locales nuevos. Está en tercer lugar en el índice de resiliencia de Bloomberg, después de Nueva Zelanda y Singapur. Tiene 33 muertes por millón de habitantes, contra 1,222 de México.

Twitter: @SergioSarmiento

Agencia Reforma

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