Pese a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no tiene ninguna injerencia en el proceso penal que se sigue contra la ex Secretaria de Desarrollo Social Rosario Robles, la realidad es que entre él y la ex perredista hay una historia de desencuentros.

Robles fue pareja del empresario Carlos Ahumada, quien grabó a René Bejarano recibiendo dinero para supuestos sobornos para el ex diputado cuando era de los políticos más cercanos a López Obrador en su etapa de jefe de Gobierno capitalino.

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Ambos fueron perredistas y jefes de Gobierno.

El Mandatario se refirió al tema al ser cuestionado sobre el criterio de oportunidad que busca la ex funcionaria de Enrique Peña Nieto ante la Fiscalía General de la República (FGR).

“Aprovecho también para decir en este caso que no tengo yo injerencia, es un asunto que lleva la Fiscalía. Se piensa también por lo mismo que es como antes, que todo salía por el Presidente, que la Procuraduría actuaba por consigna, no”, dijo.

“Yo no estoy involucrado. Esto corresponde a la Fiscalía, ellos recibieron denuncias y están llevando a cabo todo el proceso”.

López Obrador sostuvo que tampoco intervendrá en otros casos, como el Juan Collado, quien fue abogado del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari y otros personajes polémicos.

Incluso advirtió que no es con él con quien tienen que negociar los términos de sus declaraciones ministeriales ni los nombres de los personajes a los que puedan incriminar.

“Lo mismo en el caso del abogado Juan Collado, es lo mismo, porque me han llegado a decir: yo hablo, soy testigo protegido o como se le llame pero necesito que el Presiente respete el acuerdo y que me diga hasta dónde voy a llegar, a quien voy a denunciar”.

“Y mi respuesta es no, no es decirle a Juan Collado: a ver, tu relación con Salinas y habla y así intervenimos. No, eso es inmoral y no corresponde al Presidente, eso corresponde a la Procuraduría y tiene que ser legal, nada de en lo oscurito, nada de concertacesiones”, agregó.

Al hablar sobre el caso del empresario Alonso Ancira, de Altos Hornos de México, el Jefe del Ejecutivo insistió en que, lo importante, es que devuelva al erario el monto de sobreprecio que pagó Pemex por la compra de una planta chatarra”

“Lo he planteado abiertamente, que, si se afectó a la hacienda pública, que devuelva recursos. En Estados Unidos lo primero que hacen es quedarse con los bienes, muchos de esos bienes, bienes de México, ya estamos viendo que esos bienes regresen a México, eso sí nos importa”, señaló.

“En el caso del señor Ancira, desde el principio, hay una auditoría y la planta de vendió más cara, 200 millones de dólares de más, ahí hay una pérdida para el erario, independientemente de la sanción y el castigo a los funcionarios. Esos 200 millones de dólares tienen que regresar”.

López Obrador dejó en claro que, si no se concreta la reparación del daño, su Gobierno se opondría a que la FGR o los jueces pactaran para otorgarle beneficios como la libertad bajo fianza.

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La conexión Robles-Bejarano

Rosario Robles fue titular de dos secretarías de Estado durante la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto y al final del sexenio fue señalada de estar involucrada en la Estafa Maestra.

A la ex jefa de Gobierno se le acusa por el desfalco al erario por medio de un mecanismo de defraudación en el que diversas instituciones educativas firmaban proyectos con la Sedesol, a cargo de Robles, pero éstos nunca se llevaban a cabo.

Robles fue pareja sentimental del empresario argentino Carlos Ahumada, quien grabó a René Bejarano, en ese entonces asambleísta del Distrito Federal, recibiendo fajos de dinero supuestamente como pago de sobornos.

Antes de ser diputado local, Bejarano fue secretario particular de López Obrador cuando éste fue jefe de Gobierno.

Agencia Reforma