El ex Gobernador de Puebla, Mario Marín, solicitó el amparo contra la formal prisión que lo mantiene en la cárcel por la presunta tortura a la periodista Lydia Cacho, en 2005.

 Ana María Nava Ortega, Juez Tercero de Distrito en Quintana Roo, admitió a trámite la demanda de garantías del llamado “Góber Precioso” y le concedió una suspensión definitiva, aunque esta determinación no le devuelve su libertad, porque el delito que le imputan es grave.

 De acuerdo con registros judiciales, la juzgadora tiene programado llevar a cabo el próximo jueves la audiencia constitucional en este procedimiento, una diligencia que, una vez celebrada, le permitirá dictar la sentencia del amparo.

Marín fue detenido en Acapulco

 La Policía Federal Ministerial de la FGR detuvo a Marín el pasado 3 de febrero, alrededor de las 14:30 horas, en la casa de su hermana Alicia Marín, en la Colonia Cumbres de Figueroa, en Acapulco, Guerrero.

 Su captura se llevó a cabo con base en una orden de aprehensión librada el 11 de abril de 2019 por el Primer Tribunal Unitario de Quintana Roo, a cargo de la Magistrada María Elena Suárez.

 La orden de captura también fue librada en contra del empresario textilero Kamel Nacif; el ex jefe de la Policía Judicial de Puebla, Hugo Adolfo Karam; y su entonces director de Mandamientos Judiciales, Juan Sánchez.

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 Las torturas en agravio de Cacho presuntamente fueron cometidas cuando fue trasladada por tierra desde Cancún hasta Puebla, cuando la Policía del Estado le ejecutó una orden de captura.

 La detención de Cacho derivaba de una denuncia de Nacif por la publicación del libro “Los demonios del Edén”, donde la periodista mencionó que el textilero acudió a fiestas donde eran pervertidos menores de edad.

 Después de la captura de la periodista, se dieron a conocer conversaciones telefónicas entre el entonces Gobernador poblano y el empresario, en las que celebraban el “escarmiento” que propinaron a Cacho.

Agencia Reforma