Cuatro de las siete presas que forman parte del Sistema Cutzamala presentan “riesgos inadmisibles” de falla, que ponen en peligro a unas 2 mil 500 personas, por su antigüedad, filtraciones, erosión, asentamientos humanos junto a las cortinas y falta de obras de renovación, advirtió la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 El organismo registró este mes un proyecto de inversión de 38.5 millones de pesos ante la Secretaría de Hacienda para financiar estudios previos a las obras de rehabilitación.

 Se trata de las presas de almacenamiento Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque, así como la presa derivadora Colorines, que fueron construidas en las décadas de 1940 y 1950 para el Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán, y luego fueron incorporadas al Sistema Cutzamala, que trae agua hasta el Valle de México con seis macroplantas de bombeo y 322 kilómetros de acueductos y canales.

 “Conagua ha determinado que existe un riesgo inadmisible, en virtud de que se prevé el inicio de un mecanismo de falla”, indica el proyecto al analizar la situación de cada una de las presas, tres en el Estado de México y una en Michoacán.

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Las presas en peligro de falla

 En Valle de Bravo, que Conagua califica de “vital” para el funcionamiento del sistema, se detectaron filtraciones de agua a través del cuerpo de la cortina de 56 metros de altura y 148 metros de ancho.

 También hay hundimientos y sumideros en zonas de contacto entre la cortina y las laderas, que evidencian un fenómeno de erosión.

 “Los sumideros y filtraciones de agua son un claro indicio de la pérdida de material de la estructura, principalmente debido a la falta de mantenimiento y término de la vida útil de la misma, que ha operado por más de 70 años de forma ininterrumpida”, explica el proyecto.

 La presa El Bosque, con 575 metros de longitud por 68 de altura, contribuye hasta en 52 por ciento al caudal del Cutzamala, y desde su primer llenado en 1955 ha tenido problemas de filtraciones.

 “Se ha identificado que el vertedor está obstruido y hay asentamientos urbanos sobre el muro del canal de descarga, lo que pone en riesgo a la población ubicada dentro de la zona federal, en caso de que opere el vertedor”, advierte el documento.

 Son 624 personas las que habitan justo junto a la presa, y aguas abajo se ubican las localidades de La Cortina, Tiripetío, Tuzantla y Timbinal.

 En tanto, más de 500 personas viven asentadas justo a un lado de la cortina de 32 metros de altura de la presa Colorines, que opera desde 1944, y que Conagua considera en riesgo “medio o inclusive alto” de un desbordamiento en caso de avenida.

 Colorines tiene la función de trasvase de los escurrimientos de las presas Tuxpan, El Bosque e Ixtapan del Oro hacia la planta de bombeo Uno del Cutzamala, por lo que una falla pondría en riesgo entre el 30 y 50 por ciento del caudal del sistema.

 Villa Victoria es la presa más pequeña, pero la que amenaza a más personas en caso de rotura: mil cien residentes de las localidades de San Felipe Santiago y San José Villa de Allende.

Agencia Reforma