En el trayecto se observó a algunos motociclistas acelerando y rebasando entre autos.

La Guardia Nacional y agentes de la CDMX y de Morelos se integraron al operativo de fin de semana para inhibir las altas velocidades de motociclistas en la autopista México-Cuernavaca.

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Ayer, cientos de ‘bikers’ realizaron una rodada de luto que concluyó con una misa en Tres Marías, a la que sólo llegaron siete personas, entre ellos los familiares de una joven que estuvo entre los siete muertos del domingo 15.

Los restos del accidente del 15 de agosto siguen esparcidos en el kilómetro 51+500 de la carretera, donde la familia de Anny Yáñez, una de las seis víctimas mortales, colocó una cruz blanca de metal.

A bordo de un auto azul adornado con flores, globos y fotos de la joven de 23 años, sus padres encabezaron una rodada de luto que salió de la caseta de Tlalpan con cientos de motociclistas.

Parado a la orilla de la vía rápida, en una zona donde el acotamiento es apenas de unos 50 centímetros, el señor Israel Yáñez, padre de la joven, recordó que el jueves pasado pusieron ahí una cruz de madera y encontraron en ese sitio los artículos personales de su hija, incluidas las llaves de la casa y la mica del casco que solía usar.

“(El día del accidente) la mamá de mi hija me mandó una foto, para ver si la podía reconocer, y la verdad al momento que la vi dije ‘sí es ella’, a pesar de que estaba boca abajo, yo sí la reconocí”, dijo.

“En la calle era muy precavida, pero le gustaba venir a la pista porque ya era velocidad”.

Israel aseguró que su hija era muy cuidadosa manejando en la Ciudad y lamentó las críticas que ha recibido su familia tras el fallecimiento de Anny.

“Su segunda pasión, aparte de las motos, era recoger perros de la calle, se quedó con nueve cachorros”, contó.

Atrás de la barda de contención, después de una curva, a pocos kilómetros antes del tianguis de comida de Tres Marías, aún se pueden encontrar pedazos de motocicletas esparcidos.

A pesar de la tragedia, la madre de Anny consideró que no hay culpables.

“Te amamos, hijita del alma, que te amamos, y que no estoy enojada contigo, y de aquí hasta el cielo te mando muchos miles de besos”, dijo, mirando los retratos de su hija, antes de que iniciara la rodada.

“(Para) ella eran su pasión las motos, ella no iba manejando, simplemente confió en esta persona y pues no fue culpa de nadie y la verdad los accidentes pasan”.

A los motociclistas que continúan rodando les pidió cuidarse mucho, mientras que reprochó que ni las autoridades de Morelos o de la Guardia Nacional los han contactado para darle seguimiento al caso.

El mismo llamado lo hizo Fabián Lobato Morales, presidente del moto club “Raptors XZ”, el principal convocante a la rodada solemne.

“Todos lamentamos la pérdida de nuestros compañeros del pasado domingo 15 de agosto, les pido que sus muertes no sean en vano, sirvan para recordar que todos debemos hacer conciencia”, dijo, antes de dar inicio al recorrido.

Operativo de la GN en la rodada

La rodada comenzó unos minutos después de las 11:00 horas, en medio de un operativo de la Guardia Nacional.

A pesar del llamado de los organizadores, en el trayecto se observó a mujeres viajando de copiloto sin más que un casco, o conductores saludando a fotógrafos instalados a la orilla del camino, incluso algunos motociclistas aceleraron y rebasaban entre autos.

La caravana llegó a Tres Marías y ahí los “bikers” se disiparon entre la neblina, un aguacero y los puestos de comida, cervezas, fotografías y artículos para motociclistas que se instalan los fines de semana en la carretera libre.

A la misa en memoria de Anny, celebrada en la Parroquia de San José, sólo llegaron los tres familiares de la joven y cuatro de los organizadores, incluido el líder de “Raptors XZ”.

Otros participaron en una ceremonia religiosa celebrada debajo de una carpa.

Agencia Reforma