Sophia Huett López, secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Guanajuato.

De acuerdo con las primeras investigaciones del ataque contra el restaurante en Salamanca, una mujer con lentes oscuros envió el paquete bomba que mató al dueño y al gerente del restaurante familiar Barra 1604.

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El mensajero, quien habría recibido un pago por adelantado para entregar el paquete, se encuentra grave en un hospital de Salamanca y se ha convertido en un testigo clave en la investigación de la explosión.

Mensajes de WhatsApp, enviados minutos después de la explosión por servicios de emergencia que llegaron a la zona, y a los que MILENIO tuvo acceso, se convierten en la primera declaración vertida por el joven, cuya identidad se mantiene oculta mientras se desarrolla la investigación.

El joven repartidor recibió un mensaje por redes sociales para recoger el regalo en la colonia Constituyentes, en Salamanca, ahí, una mujer lo esperó. Ella, quien llevaba lentes obscuros, le pagó el envío por adelantado, y le dijo: “sólo con cuidado, porque pesa mucho”.

“Le pagó el envío y le dijo es para el restaurante, sólo con cuidado porque pesa mucho, y cuando salieron por el paquete, (…) todavía no lo bajaban de la moto y explotó”, refiere el texto del mensaje.

El joven, acompañado de su novia, recorrió casi 6 kilómetros hasta el Boulevard Faja de Oro, en la colonia El Deportivo.

A su llegada, habría preguntado por Mauricio, dueño y empresario, quien murió durante la detonación, junto con el gerente del lugar, Mario Alberto.

El joven puede perder el ojo, según testimonios recabados; su novia también resultó lesionada durante la explosión. Luego de la explosión ambos quedaron inconscientes.

“Era un repartidor independiente, iba con su novia para entregar la caja esa como de regalo, y con la que resultaron heridos de gravedad.

“Ellos no tienen conocimiento, como están muy graves, no han vuelto en sí”, declaró un amigo de las víctimas, quien pidió no ser identificado.

El mensajero tenía poco tiempo haciendo entregas en Salamanca

El repartidor, junto con cuatro personas más, se encuentran en el Hospital General, custodiados ya por elementos de la policía estatal, que endureció la vigilancia desde el lunes por la noche.

De las cinco víctimas, tres eran músicos del lugar, uno de ellos fue trasladado al Hospital de Petróleos Mexicanos en el municipio, pues se trata de un trabajador de la petrolera.

La información fue confirmada por la secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Guanajuato, Sophia Huett López, quien, en entrevista radiofónica, dio a conocer que los jóvenes que entregaron el paquete, no conocían su contenido.

Sin embargo, en las calles de Salamanca, la identidad del repartidor sigue siendo incierta, pues, de acuerdo con mensajeros consultados por MILENIO, o no era del municipio, o bien era nuevo en el trabajo.

“Como en todos los rubros; taxistas, se conocen entre ellos, camioneros, igual, entre nosotros nos conocemos y no hemos dado con la identidad de este chavo, la verdad es que no sabemos quién sea, ni si sea repartidor de alguien, para serte franco no sabemos quién es, y no nos han dicho ni nada”, relata José Soto, repartidor de Salamanca.

La explosión también dejó secuelas entre los cerca de 200 repartidores de distintas empresas y asociaciones, que, en menos de 24 horas, lograron ponerse de acuerdo para cambiar las reglas para la entrega de mensajería en el municipio; ya no se aceptarán cajas y se revisará todo el contenido.

“Ya no tenemos la seguridad de poder trabajar con tranquilidad; Primero estamos con el temor de que nos van a robar aquí, de que nos hagan un pedido fantasma, y ahora tenemos que cuidarnos y que no nos vayan a poner algo que nos pueda costar la vida, ahora sí estamos en la situación muy grave; deberían tomar, medidas de seguridad tanto para la población, como para nosotros”, detalló el también repartidor Raúl Reveles.