En México actualmente se están talando árboles para abrirle paso al Tren de López Obrador.

En el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, México no firmó el compromiso de 105 países para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra hacia 2030, a pesar de que la delegación mexicana anunció que acudiría a Glasgow, Reino Unido, a promover dichas acciones.

PUEDES LEER: Selva maya pierde 546 mil hectáreas

No obstante, el gobierno de México no aparece en la lista de firmantes de la Declaración de los líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, por la que más de 100 países, que representan más del 86 por ciento de los bosques del mundo, acordaron trabajar juntos para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para el año 2030.

El gobierno británico, que preside la presidencia de la COP26, dio a conocer esta mañana la lista de los 105 líderes mundiales que asumieron la declaración.

El compromiso fue suscrito en la COP26 por los líderes de Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos, Reino Unido, pero el gobierno de México no aparece en esta lista.

Países se comprometen a reducir emisiones de metano y salvar bosques en COP26.

“Instamos a todos los líderes a unir fuerzas en una transición sostenible, al uso de la tierra. Esto es esencial para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, incluida la reducción de la vulnerabilidad a los impactos del cambio climático y mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados Celcius y continuar los esfuerzos para limitarlo a 1.5 grados”, indica la declaración.

Además, señalaron que la ciencia muestra que “se necesita una mayor aceleración de los esfuerzos si queremos mantener colectivamente 1.5 grados Celciud. Juntos podemos tener éxito en la lucha contra el cambio climático, lograr un crecimiento resiliente e inclusivo, y detener e invertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra”.

Los líderes mundiales reunidos en Glasgow destacaron el papel crítico de los bosques, la biodiversidad y el uso sostenible de la tierra para permitir que el mundo cumpla sus objetivos de desarrollo sostenible. Además, resaltaron su papel para lograr un equilibrio entre las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y la absorción antropógena por los sumideros; adaptarse al cambio climático, y mantener otros servicios ecosistémicos.

Por ello, se comprometieron a fortalecer sus compromisos financieros internacionales y aumentar significativamente el financiamiento así como la inversión de una amplia variedad de fuentes públicas y privadas, mejorar su eficacia y accesibilidad, para permitir la agricultura sostenible, conservación y restauración de los bosques y el apoyo a los pueblos indígenas y las comunidades locales.

“Facilitar la alineación de los flujos financieros con los objetivos internacionales para revertir la pérdida y degradación de los bosques, asegurando al mismo tiempo políticas y sistemas sólidos para acelerar la transición a una economía resiliente y promover los objetivos forestales, de uso sostenible de la tierra, biodiversidad y climáticos”, indicaron.

Otros compromisos que México no quiso firmar

Entre otros compromisos, acordaron facilitar políticas de comercio y desarrollo a nivel internacional y nacional, que promuevan el desarrollo sostenible y la producción y el consumo sostenibles de productos básicos, que beneficien mutuamente a los países y que no impulsen la deforestación y la degradación de la tierra.

Del mismo modo, contempla reducir la vulnerabilidad, aumentar la resiliencia y mejorar los medios de vida rurales mediante el empoderamiento de las comunidades, el desarrollo de una agricultura rentable y sostenible y el reconocimiento de los múltiples valores de los bosques, reconociendo al mismo tiempo los derechos de los pueblos indígenas.

Además, se espera implementar y, si es necesario, rediseñar políticas y programas agrícolas para incentivar la agricultura sostenible, promover la seguridad alimentaria y beneficiar al medio ambiente.