Investigaciones de la Universidad de Cincinnati, describen síntomas tanto físicos como mentales de personas que sufrieron covid19 y que por ello perdieron los sentidos del gusto y del olfato. Y comparten soluciones de como volver a recuperar esos sentidos por medio de ejercicios de memoria.
Para afrontar la disminución del sentido del olfato, que afecta gravemente al sentido del gusto; la universidad se dio a la tarea de investigar cientos de casos con pacientes, entrevistarlos para ver de qué forma les afectó la pérdida o disminución del olfato. Investigaciones que han demostrado que la pérdida de esos sentidos por la infección está asociada a la depresión, la ansiedad y el deterioro de la calidad de vida.
Ante ello, investigadores de la universidad se dieron a la tarea de investigar a pacientes con pérdida del olfato y cómo es que relacionaban los olores, y por ende los sabores a la hora de cocinar o probar alimentos.
En los resultados de estos estudios vieron que:
La gente comía más alimentos con texturas distintas, como las fresas, debido a su capacidad de percibir la textura de la fruta.
A algunos les gustaban las cosas blandas, a otros les gustaban las cosas crujientes en ese sentido. Parecía que la textura era un componente realmente importante”.
Debido a que no hay ningún medicamento que devuelva a la normalidad tales sentidos, la Universidad e investigadores, que son doctores especialistas en el Departamento de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, primero hicieron ver a la gente el impacto en la salud mental y reconocerlo, de ahí, buscar alternativas que ayuden a volver a entrenar los sentidos para irlos recuperando de a poco.
Lo primero que se recomienda es asistir a un especialista para establecer un tratamiento médico y rehabilitación.
La base de los tratamientos es asociar y entrenar diferentes olores con la memoria; ya que los recuerdos ayudan a que cierta sustancia vuelva a traer esa sensación de olor al recordarla y así ir recuperando de a poco el olfato.
Los ejercicios duran entre 5 segundos y 5 minutos, y se realizan tres o cuatro veces por día, en un ámbito que permita mucha concentración.
Cabe aclarar que la forma de asociar diferentes alimentos a los recuerdos es individual en cada persona y es por eso que el especialista debe crear un plan para cada paciente pues no todos asociamos las mismas texturas con los mismos olores y los recuerdos de ellos pueden ser diferentes.
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