La defensa de los Vaqueros de Dallas volvió a aportar puntos al marcador.

Los Vaqueros de Dallas (11-4) aplastaron 56-14 a Washington (6-9), para lograr su cuarta victoria consecutiva y amarrar la cima de la División Este de la Conferencia Nacional.

PUEDES LEER: Sin haber jugado, los Vaqueros ya tienen su boleto a Playoffs

Dak Prescott lanzó para 330 yardas y cuatro pases de anotación, para guiar la ofensiva del equipo de la Estrella Solitaria, que se mostró implacable. Sus cuatro pases de anotación fueron a un corredor (Ezekiel Elliott), un ala cerrada (Dalton Schultz), un receptor (Amari Cooper) y un tacle ofensivo (Terence Steele), que de acuerdo a ESPN Stats & Info, es la primera vez que sucede en la NFL que un mariscal lance envíos de touchdown a esas cuatro posiciones en el mismo partido.

A la defensiva, el esquinero de Dallas, Trevon Diggs, mantuvo su impresionante ritmo y logró su undécima intercepción de la temporada, para liderar el sector en la NFL y es la máxima cantidad que se ha logrado en los últimos 40 años en una campaña.

Washington ligó su tercer descalabro y la próxima jornada recibe a las Águilas de Filadelfia, mientras que los Vaqueros serán anfitriones de los Cardenales de Arizona el 2 de enero.

Un ladrón suelto en Dallas

La tunda que le propinaron los Vaqueros a Washington tuvo varios protagonistas, pero Trevon Diggs se robó el show.

Al conseguir su intercepción 11 de la temporada, el esquinero de Dallas se llevó los aplausos y elogios de un AT&T abarrotado, que disfrutó el aplastante triunfo 56-14 sobre el equipo capitalino, que ya tiene la mira puesta en lo que pueda ajustar para la próxima temporada.

Diggs empató el récord de franquicia de balones aéreos robados en una campaña, además de convertirse en el primer jugador de la NFL que consigue más de 10 intercepciones en un mismo año desde 1981.

Ahora, el dorsal número 7 se puso a tres hurtos de empatar la marca de todos los tiempos en la Liga, que le pertenece a Night Train Lane, quien consiguió 14 en 1952.

La fiesta en Arlington fue total en la noche que Dallas le propinó a Washington la mayor paliza en la historia de su longeva rivalidad. En 121 juegos entre ambos, nunca se había registrado un margen tan abultado.

Dak Prescott lanzó para 330 yardas y cuatro touchdowns, mientras que Ezekiel Elliot corrió para otra anotación.

La cereza en el pastel la puso Cooper Rush, QB suplente de Dallas, quien sumó otra anotación en uno de los dos pases que completó.

Agencia Reforma