Los ingenieros se desmarcaron de los atrasos en Santa Lucía.

Hay terminal, pero no tiene accesos. A 47 días del plazo para inaugurar el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, los accesos terrestres no están concluidos y se buscan albañiles para terminarlos.

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La principal vía es de 5 kilómetros hacia el Circuito Exterior Mexiquense. Los carriles casi están concluidos, pero no los puentes de conexión.

Otra es de 3 kilómetros, también hacia el Circuito Exterior por Tonanitla, pero también luce atrasada.

El fin de semana, 40 camiones de volteo hacían fila para descargar tierra y grava sobre un puente pegado a la barda perimetral.

“Lo que quieren es que la rampa quede lista para la foto, eso es al menos lo que nos pidieron que salga”, externó un conductor que abogaba para que abrieran un tramo para descargar materiales.

Del otro lado no ha sido concluida la ampliación de la Autopista México-Pachuca, y los obreros se concentran en terminar la entrada a la Base Aérea de Santa Lucía, en medio de un caótico tráfico de transporte público y privado.

Durante un recorrido por la obra en Santa Lucía, ingenieros militares se desmarcaron ayer de los retrasos en las conexiones terrestres más allá de la barda.

“Lo único que le corresponde a la Sedena es la interconexión de 5 kilómetros de Tultepec hacia el predio (de la Base Militar)”, dijo el ingeniero Raúl Miranda Ruvalcaba.

Miranda remitió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sobre los tiempos de entrega del resto de las conexiones para Santa Lucía.

Decenas de obreros, mientras tanto, trabajan en los detalles adentro de la terminal, que ayer se reportó con un avance del 87.6 por ciento, aunque se prevé que después del 21 de marzo seguirán trabajando, según estimaciones de los trabajadores.

“Falta mucho, en dos meses no se acaba”, señaló sobre la obra uno de los obreros entrevistados.

No han aumentado los turnos para terminar Santa Lucía

La inauguración del AIFA está cerca, mas no se han aumentado los turnos en las muy retrasadas conexiones terrestres. Cualquier trabajador calcula que las obras seguirán por lo menos todo este año.

El viernes, junto a la carretera México-Pachuca, el cabo del Frente 7 de casco amarillo reclutaba albañiles, ayudantes, herreros y pintores, y apenas consiguió unos 30. Hasta el 24 de enero, el AIFA ha generado 145 mil 222 empleos, según la Sedena.

 Calculó que de 50 albañiles que entran cada semana, 20 renuncian a la primera quincena porque se les hacen poco los 2 mil 800 semanales que les pagan, que con bonos y horas extra pueden subir a 5 mil.

“Antes entraba más gente porque veían que hay trabajo, ahorita se van con la idea de que ya se va a acabar, pero ahorita lo que está urgiendo más son los detalles. Las máquinas rompen el piso, que si se colocaron mal las losetas o quedaron burbujas abajo. Igual en las paredes, se rayan y hay de darles una ‘pasadita’, una pintada, cosas de esas, también estamos poniendo cableado y las computadoras de los maleteros”, explicó.

La prisa es la misma desde que inició la obra, pero lamentó que ni con eso se aumentaran los turnos. Tan sólo hace dos semanas se ampliaron las horas extra de dos a tres diarias entre semana, y una hora sábado y domingo.

Tras la cancelación del Aeropuerto en Texcoco, el Presidente López Obrador dio arranque el 17 de octubre de 2019 al de Santa Lucía, de tres pistas -una militar y dos civiles-, presupuestado en 70 mil millones de pesos, todo a cargo del Ejército.

“Llueva, truene o relampaguee, el 21 de marzo del 2022 vamos a estar inaugurando el aeropuerto”, dijo López Obrador en junio de 2020.

“Vamos a cumplir con el compromiso de que se inaugure el aeropuerto Felipe Ángeles el 21 de marzo, se está avanzando bien”, dijo el 24 de enero pasado. Ese día, la Sedena informó un avance del 88.24 por ciento.

Cada lunes, el Ejército da un informe del avance, pero sólo de la terminal aérea, en ningún reporte han mencionado el de las conexiones terrestres.

“El compromiso es terminar la terminal, no afuera, eso es lo que sabemos”, dijo una reclutadora del Frente 29, que construye el Taller de Mantenimiento, Reparación (MRO) de la terminal.

Desde la sala de espera del AIFA – puro cascarón limpio hasta ahora-, se ve el polvo. A lo lejos la torre de control de 88 metros, entre un hervidero de obreros, máquinas, zanjas, montones de tierra, banquetas sin terminar, incipientes jardines medio muertos, árboles secos, y al fondo las tolvaneras.

La Torre de Control de la Terminal de Santa Lucía.

En las salas de espera aún no hay asientos ni mostradores y aún se coloca el cableado, las lámparas, la pintura, las puertas, los techos en la zona de “Departures”. Frente a la puerta de salidas se construye una gasolinería de Pemex y un hotel de nueve plantas.

Los anuncios de “Local en renta”, sin embargo, están en todos los pasillos. Junto a los 38 baños temáticos sobre cine mexicano, lucha libre o personajes de la Independencia y al lado de una réplica del Calendario Azteca.

El 29 de noviembre, la Empresa de Participación Estatal Mayoritaria Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, S.A. de C.V informó que el AIFA estará consolidado en 2036, con 19.5 5 millones de pasajeros y 470 mil toneladas de carga aérea, y que para 2050 alcanzará su última fase de construcción, con 85 millones de pasajeros y 3 millones de toneladas.

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Mientras tanto, sólo dos aerolíneas han confirmado que operarán ahí, y la llegada será únicamente en auto particular.

Agencia Reforma