Dresser cecordó que AMLO acudió a la Embajada estadounidense en 2006, cuando era candidato.

La escritora Denise Dresser afirmó que si el Presidente Andrés Manuel López Obrador la califica como “informante extranjera” por acudir a la embajada de Estados Unidos, él también lo sería.

PUEDES LEER: ‘Embajada de EU reparte maíz con gorgojo’, acusa el Presidente

 En un pronunciamiento, Dresser recordó al Primer Mandatario que él también aparece en los cables de Wikileaks, así como miembros de su Gabinete, como el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el Canciller Marcelo Ebrard o el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel.

 Afirmó que ella acudió hace 15 años a la Embajada estadounidense para hablar sobre la elección en puerta, y expresó sus puntos de vista, los cuales, aseguró, son conocidos, publicados y públicos, e hizo lo mismo que en otras embajadas cuando ha sido invitada.

 “Si aplicamos la lógica presidencial, según la cual asistir a una embajada extranjera es suficiente para ser catalogado como ‘informante’, el Presidente también lo es”, indicó.

 Dresser recordó que Wikileaks publicó que López Obrador acudió a la Embajada estadounidense el 31 de enero de 2006, cuando era candidato presidencial, y según el cable enviado por el entonces embajador Antonio Garza, el tabasqueño afirmó que buscaba “asistencia en caso de ganar”.

 “También reveló la intención de apoyarse en los militares, contradiciendo la promesa de sacar el Ejército de las calles que haría 12 años más tarde.

 “Le dijo al Embajador que quería seguir reuniéndose con funcionarios Estados Unidos para discutir áreas de colaboración y apoyo necesarios para lograr sus objetivos”, explicó la columnista.

 Con esto, consideró, queda claro que López Obrador mentía a la opinión pública mexicana sobre sus intenciones.

 “Doce años después y ya en la Presidencia, cumplirá con su intención de militarizar el País, la cual le fue revelada a la Embajada de Estados Unidos en el 2006, pero no a la población de México.

 “Si aplicamos el criterio presidencial que convierte en espía a cualquiera que va a una Embajada, aquella reunión que él sostuvo en 2006, debería ser suficiente para clasificarlo como informante de un gobierno extranjero. En mi caso no aplica, en el suyo quizás él querría explicar por qué dijo lo que dijo y a quién se lo dijo”, indicó.

Agencia Reforma