Las vestiduras del Schalke 04, equipo de futbol de la segunda división alemana, y de Hass, escudería de la Fórmula 1, lucen solitarios sin sus sponsors, ya que han decidido eliminar la imagen de Gazprom y Uralkali, respectivamente, compañías de origen ruso y sus principales patrocinadores, después de la invasión de Rusia a Ucrania.

El jueves, la escudería Haas comunicó que realizará el último día de pruebas de pretemporada de la Fórmula 1 en Barcelona con un bólido completamente blanco, sin las franjas azul y roja que asimilan a la bandera rusa, y sin la presencia de la marca Uralkali, su principal patrocinador en la categoría.

Dicho patrocinador principal es propiedad de Dmitry Mazepin, quien tiene estrechos vínculos con Vladimir Putin, presidente ruso. El hijo de Dimitry, Nikita Mazepin, conduce para el equipo como parte del acuerdo con Uralkali y él sí estará en el auto el viernes por la mañana, como estaba previsto.

En vista de los acontecimientos, el Schalke 04 también optó por retirar de sus camisetas la publicidad de su principal patrocinador, Gazprom, según señaló en un comunicado. Gazprom es la mayor compañía de gas de Rusia y por 15 años se colocó como el principal patrocinador de la escuadra alemana. Su vigente contrato corre hasta 2025 y contempla pagos anuales por nueve millones de euros, que subirían a 15 en caso de un ascenso a primera división, indica ESPN.

Gazprom también es uno de los patrocinadores principales de la UEFA desde 2012. Alexander Dyukov, director de la compañía energética, es miembro del comité ejecutivo de la UEFA y además de presidente de la Federación Rusa de Futbol. De acuerdo a SportsPro, la compañía de gas paga 40 millones de euros por temporada. Contrario a las iniciativas de otros entes deportivos, un vocero de la UEFA dijo que el organismo rector del futbol europeo “continuará monitoreando de cerca la situación”.

El jueves, la UEFA condenó “firmemente la invasión militar” y anunció que realizará una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo en la que podría decidirse el cambio de sede de la final de la Champions League, programada para el 28 de mayo en la Gazprom Arena de San Petersburgo, Rusia.

Las emisoras, incluidas BT Sport y DAZN, indicaron en sus comunicados que están obligadas a seguir mostrando anuncios con el gigante energético “como parte de nuestro contrato con la UEFA”.

La indignación por la invasión militar se extiende también a los acuerdos por las competencias programadas en Rusia. El piloto alemán de Aston Martin, Sebastian Vettel, aseguró que no participará en el Gran Premio de Rusia, decimoséptima cita del campeonato de la F1, programado para correrse del 23 al 25 de septiembre. Mattia Binotto, director de Ferrari, mencionó que al término del segundo día de pruebas, los responsables de los equipos se reunirían para discutir la celebración de este Gran Premio. Por ahora, la F1 sacó de la venta los boletos para la carrera en Rusia.

De regreso en el futbol, Suecia, Polonia y República Checa emitieron un comunicado en conjunto negándose a jugar el repechaje para el Mundial en Rusia los días 24 y 29 de marzo y exigiendo a la FIFA y a la UEFA encontrar sedes fuera de este país.

Por otra parte, el torneo Challenger de Moscú de la ATP, previsto parta la semana que viene en la capital rusa, fue suspendido para preservar “la seguridad de los jugadores” y también debido a “la incertidumbre que rodea los viajes internacionales a Rusia”. Por ahora se mantiene en pie la Copa Kremlin de octubre y el ATP 250 de Moscú.

Organizaciones como el Comité Olímpico Internacional (COI) declararon que “condenan enérgicamente el incumplimiento de la Tregua Olímpica por parte del gobierno ruso”, que comenzó siete días antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 y se extenderá hasta siete días después de la conclusión de los Juegos Paralímpicos de Invierno el 20 de marzo.

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