El domicilio de la familia en Tultepec.

La banda de “Los Rikis” estaría presuntamente ligada al multihomicidio de ocho integrantes de una familia, entre ellos cuatro menores de edad, cuando se encontraban dentro de su casa ubicada en la cerrada mazahuas de la colonia La Cañada, en el municipio de Tultepec.

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Los presuntos agresores fueron identificados como Ricky Ángel Fragoso Villaseñor, El Rikis o el Apá; Brayan Bautista Martínez, El Moreno;  Alan Mendoza Monterrubio; El Rena y Jesús Soto, El Chuchín.

De acuerdo con las investigaciones, los presuntos responsables acudieron a bordo de dos motocicletas hasta el domicilio de las víctimas, donde le dispararon contra la puerta principal en repetidas ocasiones y después ingresaron a las habitaciones y con tres armas de fuego de calibre 9 milímetros, .380 y .40 dispararon contra seis mujeres y dos hombres, incluyendo los menores.

De acuerdo con primeras versiones, Jonathan Ulises, de 22 años, era el objetivo de esta banda delictiva, ya que estaba comercializando estupefacientes sin su autorización.

De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, los agresores buscaban a Jonathan para quitarle dosis de droga que tenía escondidas en la casa.

Durante las diligencias, los peritos encontraron, además de 30 casquillos de bala, una bolsa con cápsulas que contenían polvo blanco, que se envió al laboratorio para saber qué es.

Vecinos señalaron que entre la noche del domingo 10 de abril y la madrugada del lunes vieron a cuatro sujetos que llegaron a bordo de dos motocicletas a la casa de las víctimas.

Según investigaciones, Jonathan era parte de un grupo de narcomenudistas de la zona y se separó de ellos. Ahí había un sujeto apodado El Ricky.

El inmueble donde fueron acribilladas mujeres y niños era un punto ciego para las cámaras de seguridad del C5 y del ayuntamiento, debido a que por su lejanía no hay vigilancia en esa región, por lo que se instalarán más aparatos, indicó el alcalde de Tultepec, Sergio Luna Cortés, y autoridades mexiquenses.

Velorio de la familia de Tultepec

Doña Rosa, sus hijas Claudia y Jazmín, así como dos de sus nietos Aldahir y Mía, fueron velados en cinco ataúdes, tres de madera y dos de color blanco para “los angelitos”, en una ceremonia muy íntima en una funeraria de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, a la que sólo asistieron sus familiares y que era vigilada por policías armados.

Los cuerpos de las otras tres víctimas del multihomicidio en una casa de la colonia Cañada, en el municipio de Tultepec, entre ellos el de Jonathan, al que según investigaciones era a quien buscaban los atacantes, fueron llevados a otro sitio de la entidad sin que trascendiera la ubicación.

El hombre de 22 años “era un chavo que decía que trabajaba en una barbería, pero nunca supimos si realmente ese era su oficio en alguna peluquería o estética”, dijeron vecinos.

Este martes, a la funeraria San Juan no ingresó nadie que no estuviera anotado en una lista aprobada por familiares.

Las tres capillas que alberga el edificio de tres niveles fueron cerradas para que los dolientes se despidieran de cinco de las ocho personas que murieron por un impacto de bala en la cabeza.

Mientras ocurría la ceremonia, vecinos de casas y negocios aledaños se preguntaban a quién velaban, porque desde la noche anterior los policías del municipio custodiaban la funeraria de la colonia Cumbria.

También recibieron la recomendación de los policías de cerrar negocios y no salir de sus casas, por temor a que pudiera ocurrir algún ataque.

Sin saber a quién velarían, los vecinos fueron testigos del desfile de patrullas y policías. Al enterarse de que se trataba de quienes cayeron en el multihomicidio de Tultepec, siguieron la recomendación de no salir.

Si bien los residentes de la calle ya se acostumbraron a ver pasar a los dolientes de casos de gran impacto, porque en esa funeraria se reciben personas enviadas por la Comisión de Atención a Víctimas del Estado de México, dicen que por primera ocasión los agentes les pidieron encerrarse en casa.

El miedo los hizo obedecer, como también obligó a los trabajadores del velatorio a mantener cerrado el portón del negocio.

Nunca antes, dijeron empleados del lugar, habían visto que peritos y forenses de otras agencias llegaran a la Fiscalía de Homicidios a auxiliar a los forenses.

Los cuerpos permanecerán en el lugar hasta hoy por la mañana, cuando serán llevados al panteón en Tultepec.