Las tlayudas que se vendieron durante la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) llegaron a boca de todos: no solo a quienes ese día vieron sus estómagos salvados por este antojito veloz ante la ausencia de locales en ese primer día, fueron comentadas hasta por la escritora Elena Poniatowska, y motivo del debate sobre si en realidad se llaman huaraches o doraditas. Ahora protagonizan otra guerra por el registro de marca.

Poco después de que Guadalupe Piña y otras vendedoras se volvieron virales en redes sociales al vender sus tlayudas en el aeropuerto de Santa Lucía, en el municipio de Zumpango, Estado de México, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) recibió su primera solicitud.

Las Tlayudas del AIFA: una marca disputada

Según Marcanet, al día siguiente de la inauguración del nuevo aeropuerto, el 22 de marzo de 2022, un particular solicitó registrar como marca el nombre “Las Tlayudas del AIFA” para un rubro muy amplio que incluía: “servicios de comercialización por cuenta de terceros para ventas en general de productos a través de tiendas de ventas al menudeo y mayoreo, tiendas virtuales”.

Asimismo, detallaba que buscaba vender bajo ese nombre varios productos como carne, cecinas, frijoles de conserva, manteca, quesos, sopladores hechos de palma para avivar el fuego, agua mineral, incluso cervezas y mezcal.

Este ya tiene una resolución, fue negada por el IMPI, debido a que “es susceptible de engañar o inducir a error al público consumidor”, ya que se relaciona con la denominación Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el cual además ya está registrado.

Luego, el 25 de marzo de 2022, otras dos personas buscaron obtener el mismo nombre para prestar servicio de restaurantes de comida rápida y antojitos típicos de la Ciudad de México y Oaxaca, servicios de restaurantes con servicio a domicilio.

Al estilo Starbucks

Uno más fue presentada el día 29 del mismo mes como “Las Tlayudas del Aeropuerto”, para servicios de restaurantes, restaurantes de autoservicio y de bar.

Este documento traía consigo un logo verde al estilo Starbucks, pero en lugar de la icónica sirena en el centro se observa la ilustración de una mujer muy parecida a la vendedora Guadalupe Piña, peinada de la misma manera, con el mandil, preparando una doradita, con la torre del AIFA en el fondo y un avión.

Aunque aún no tiene resolución, es probable que también presente impedimentos legales si el IMPI determina que induce a un engaño al consumidor.

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