Morena y sus aliados aprobaron anoche en el Senado, tras un acalorado debate, la reforma que permitirá a la Defensa Nacional tener el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional.

La reforma prosperó con 71 votos en favor y 51 en contra, todos de la oposición. El amago del coordinador de Morena, Ricardo Monreal, y senadores morenistas y del Partido Verde que le son leales, de votar en contra de la iniciativa presidencial, no se cumplió. El zacatecano decidió abstenerse y el resto de los suyos votaron en favor desconociendo su promesa hecha al bloque opositor de no dejar pasar la propuesta.

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En lo más álgido del debate, la senadora panista Lilly Téllez acusó a los morenistas de ser “cómplices” de haber urdido un pacto con el crimen organizado auspiciado por el Presidente López Obrador y ahora militarizar al País.

De inmediato, senadoras y senadores de Morena comenzaron a gritarle “¡traidora!”, pues no le perdonan haber abandonado al grupo oficialista para pasarse al PAN.

Molesto, el senador morenista Héctor Vasconcelos anunció que presentaría una demanda “por daño moral” y difamación contra Téllez.

Que nunca se les olvide: el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas es un civil, el mejor civil, y se llama Andrés Manuel López Obrador”, proclamó el petista Gonzalo Yáñez para refutar a los opositores.

En tribuna y en pancartas opositores advirtieron: “nos vemos en la Corte”, donde la decisión será controvertida. El chiapaneco Eduardo Ramírez replicó: “Ya nos veremos”.

Opuesto a la militarización, el senador Germán Martínez deshojó un libro de la autoría del Presidente López Obrador para dejar de manifiesto cómo el tabasqueño había traicionado su palabra.

“No a los fueros militares o eclesiásticos, decía Benito Juárez. Y hoy la minuta que se nos presenta traiciona la memoria de Benito Juárez que quería una Guardia Nacional y un Ejército sin vicios. Y eso era lo que quería el Presidente”, recordó el fundador del grupo plural señalando una página del libro 2018 La salida.

“Aquí dice: ‘crear una Guardia Nacional con apoyo de 220 mil soldados y 30 mil marinos que en la actualidad permanecen organizados bajo mandos oficiales del Ejército y la Marina’. El señor Pérez Dayán dice que no está autorizado a cortar hojas de la Constitución… Pues yo sí estoy autorizado a cortar hojas de lo que dijo López Obrador”, sentenció.Martínez Cázares arrancó dos hojas, las arrojó y la carátula con el rostro de Andrés Manuel López Obrador fue visible en el recinto.

Molesto, el ex dirigente panista trajo a colación otro libro, Temporada de Zopilotes, de Paco Ignacio Taibo II, para poner de relieve que los militares también se desvían del camino. “Hay militares leales a la República, a la Constitución (…), pero también hay hijos de la chingada. Pregúntenle a Paco Ignacio Taibo. No todo el poder a los militares”, sentenció.

A tono con su correligionario, Emilio Álvarez Icaza afirmó que se estaba perpetrando “un golpe militarista a la Constitución” en contra de la voluntad del pueblo. “Es una vergüenza lo que aquí está pasando. Es realmente vergonzoso que quienes lucharon desde la izquierda hoy aplaudan de esta manera tan indigna la militarización del País”, deploró.

A tono con el petista Gonzalo Yáñez, la senadora morenista Olga Sánchez Cordero dijo que debía recordarse que “el señor Presidente de la República es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, (y) al final es civil”.

La ex Secretaria de Gobernación aclaró que la reforma “en ningún momento puede ser entendida como un cheque en blanco para la Guardia Nacional”.