Los intereses de grupos son los que mantienen vivo el conflicto en la empresa cementera Cruz Azul y lamentablemente esto termina por afectar a familias, consideró el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En su conferencia de prensa mañanera el Mandatario dijo estar en antecedente del conflicto que se vive en la planta de Tula y recordó que recientemente estuvo en ese municipio donde le comentaron sobre la falta de suministro de energía eléctrica; sin embargo, desde agosto hay una orden del juez para no permitir que siga trabajando la planta de Cruz Azul.

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Además, el tabasqueño instruyó al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para que medie entre los grupos antagónicos y se privilegie una solución en el conflicto.

“Que atienda este asunto (Adán Augusto López), que hable con las partes para ver si logramos conciliarlos porque es un pleito de los de arriba que perjudica a los de abajo”, dijo.

El Presidente hizo énfasis en las formas del conflicto, pues consideró que la violencia ha escalado de forma importante.

“Ha habido violencia y de manera gansteril, así han querido resolver las cosas”.

Asimismo, consideró que la corrupción es parte del problema entre las partes.

“Porque es un asunto de corrupción, a veces no se quiere aceptar pero el dinero, para hablar en términos respetuoso y de género, porque antes se decía que el dinero es el papá del diablo, no es la mamá y el papá del diablo”, explicó.