Como cada 28 de octubre fieles devotos de San Judas Tadeo, conocido como el  patrón de las causas difíciles se han congregado en la iglesia de San Hipólito, ubicado en el cruce del paseo de la Reforma y la avenida Hidalgo.

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Desde la madrugada de este viernes personas se han dado cita en el templo para festejar a San Judas Tadeo. Se trata de una fiesta patronal en la que los asistentes acostumbran llevar comida, dulces y café para compartir con los feligreses.

En los festejos participan familias, quienes portan figuras, collares, estampas y distintivos alusivos a este santo.

Afectaciones viales

Hay afectaciones a la circulación vial en inmediaciones de la avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma. En el área, efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana mantienen un dispositivo de seguridad para salvaguardar la integridad de los asistentes y conductores.

Para este dispositivo que se mantendrá hasta las 23:00 horas del 28 de octubre, la SSC desplegó 300 oficiales apoyados por 19 vehículos, 10 motocicletas, dos grúas, una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y una aeronave de los Cóndores, con el fin de salvaguardar la integridad física de los asistentes.

El personal de la SSC realiza acciones de vigilancia, seguridad y control de tránsito, además de cortes a la circulación, a fin de evitar el congestionamiento vehicular, así como garantizar la movilización peatonal.

Alternativas viales

Eje Central Lázaro Cárdenas,

Avenidas Chapultepec y José María Izazaga

Doctor Río de la Loza

Insurgentes y Eje 1 Norte.

Operadores del Centro de Comando y Control (C2) Centro y del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México, realizarán monitoreos para detectar cualquier acto que pudiera alterar el orden público o poner en riesgo la seguridad de las personas.

Iglesia rechaza sincretismo entre San Judas Tadeo y Santa Muerte

Fieles de San Judas Tadeo

El sacerdote Jesús García Vázquez, representante de la celebración de San Judas Tadeo en la iglesia de San Hipólito, reafirma el rechazo de la Iglesia católica hacia la Santa Muerte cuando se le cuestiona sobre el sincretismo que creyentes han creado entre ambas imágenes. Lo considera, dice, un culto religioso en el que ve un origen satánico.

“Eso a lo que llaman Santa Muerte, no es santa ni es muerte. No existe un ser que sea la muerte y que actúe en las personas”, sentencia García, misionero cuya misión en estos días es ser el encargado del novenario para los festejos de San Judas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. “Este, la Santa Muerte, es un invento del demonio”.

El festejo a San Judas Tadeo tendrá su cenit este 28 de octubre, cuando se reúnan en San Hipólito, como cada año, una vasta multitud de creyentes que, en 2021, sumaron 55 mil, según estimaciones de la Secretaría de Gobierno del gobierno capitalino. Desde hace años, quienes acuden, cargan la imagen del santo. Pero no hace poco, también muestran, orgullosos, imponentes y esqueléticas figuras de la Santa Muerte.

El sacerdote es contundente. “A la gente yo les digo: ‘¿saben qué? Voy a hacer la bendición. Si traen la imagen de la Santa Muerte, no va a quedar bendita’. Porque eso no es un ser, no es una persona, no es un objeto que dio nuestro señor lo acepte”.

La condena al culto a la Santa Muerte en México por parte de la Iglesia católica no es nueva. En mayo de 2013, en una visita a México, el cardenal Gianfranco Ravasi, entonces secretario de Cultura del Vaticano dijo que, aunque se use de una forma religiosa, no es parte de la religión. “Es un elemento blasfemo. No se trata de religión. Es una degeneración”, apuntó.

El sacerdote Jesús García ve “ignorancia” en las personas creyentes que rinden culto. “Tanto en conocer a San Judas como en conocer ese fenómeno de la Santa Muerte”. San Judas, expone, es uno de los apóstoles de Jesucristo. La razón por la que la devoción hacia este santo es grande es porque se le atribuyen milagros. “Ayuda divina a través de este ciervo de dios”.

En cambio, agrega, la Santa Muerte “no es santa y no hay un ser que sea la muerte. En lo personal, es un invento del demonio”.

El dios cristiano, indica, “actúa” en los creyentes a través de imágenes como las de la Virgen María, de San Antonio María Claret y de San Judas Tadeo. “Todos los santos que se han dedicado a servir al pueblo. No hay santos que no haya amado a dios con todo su corazón, que no haya amado a su prójimo”. La Santa Muerte, considera, “está haciendo destrozo en la espiritualidad de las personas”.

En el templo de San Hipólito, “cuando viene la gente, yo les digo: ‘Voy a hacer la bendición. Quien traiga la imagen de la Santa Muerte, no va a quedar bendita porque eso no es un ser, no es una persona, no es un objeto que dio nuestro señor lo acepte’”.

Culto con historia

El culto a la Santa Muerte ha crecido en los últimos años en las distintas regiones de México, pero no existen estudios contudentes que documenten su verdadero impacto. Tiene un origen prehispánico al tomar elementos de dioses mayas y aztecas, pero también de la Iglesia católica. Es una figura, junto con la de Jesús Malverde, que, se considera, es venerada por integrantes del crimen organizado, o por personas que viven en barrios populares y que han padecido los estragos de la violencia en México.

Su culto, por decir lo menos, ha generado polémica a lo largo del presente siglo. Su popularidad ha crecido entre católicos de México pero también de Centroamérica y Estados Unidos.

José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión del Arzobispado de México, expone que la Iglesia católica difunde que los santos llegan a serlo por una vida ejemplar, y también aclara cuando “ciertos ídolos no son santos”. Explica que no pertenecen a la institución religiosa: ni la Santa Muerte ni Malverde, considerado el santo patrón de los narcotraficantes.

Por desinformación, considera, “personas de dejan llevar por corrientes mágicas y esotéricas. Mezclan cosas totalmente ajenas a la Iglesia. Esto hace que algunos cristianos, los menos preparados, acepten como parte de sus santos a la Santa Muerte, o a San Malverde”.

La imagen de San Judas Tadeo, expone, ha sido confundida a partir de la piratería. Generalmente es representado con un bastón o báculo en una mano. Para evitar pago de derechos, quienes se dedican a la piratería de imágenes religiosas invierten la representación. La vara aparece en la otra mano.

Cuando personas observaron el bastón del otro lado, consideraron que se trataba del santo patrón de malandrines y ladrones. “De aquellos que se dedican a hacer el mal. San Judas no es patrono de los malhechores. Sería una incoherencia”.

Como “son muchos quienes se dedican a las fechorías”, afirma Aguilar, “los que dan culto a la Santa Muerte, no los cristianos más cercanos a la fe cristiana, sino estas personas, las más ignorantes, han mezclado la figura de San Judas de Tadeo con la de la Santa Muerte”.

Y esto es, advierte, “como si quisieras unir el agua con el aceite. Es como si tú quisieras que se aprobara todo tipo de esoterismo, de brujería, magia y hechicería. La gente tiene derecho a creer en lo que quiera, pero los valores de todas las religiones tienen parámetros. Hay cosas que no se pueden mezclar de ninguna manera”.

Las personas dentro de esas creencias, considera, es “la más alejada a la doctrina y a los sacramentos. No comulgan, no están casados por la iglesia, no asisten a misa los domingos. Es una especie de religiosidad popular muy curiosa”.