La esposa de Genaro García Luna testificó en el juicio a favor del ex secretario de Seguridad Pública, en donde dijo que la fortuna que tienen es producto de créditos bancarios y compra-venta de inmuebles.
Durante la rendición de su declaración en Nueva York, la esposa de García Luna negó que su esposo estuviera involucrado con grupos del crimen organizado y recibiera sobornos para protegerlos.
Al ser cuestionada por el abogado Florián Miedel, dijo que la evolución de sus ingresos y adquisición de bienes comenzó desde 1989, cuando conoció al ex secretario de seguridad, desde ese entonces comprar una papelería y una tienda de artículos de fiesta para niños que adquirieron a través de hipotecas y préstamos.
También mencionó que su esposo recibió diversos bonos por desempeño laboral al finalizar su encargo en la extinta agencia Federal de investigaciones, en 2006, donde recibió una compensación de 2.7 millones de pesos.
Explicó que compraron diversas propiedades para escapar del acoso de los medios de comunicación, por lo que no era seguro permanecer en un solo domicilio, razón por la que después del 2007, ambos omitieron rendir su declaración patrimonial.
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