Cuatro elementos militares de la Sedena fueron llevados ante la justicia militar por el delito de desobediencia luego de la muerte de 5 civiles que fueron abatidos por los miembros castrenses.
El pasado 26 de febrero las víctimas salieron de un antro cuando fueron baleados por los militares cuando viajaban en una camioneta, lo que dejó cinco decesos y dos heridos. Las víctimas fueron identificados como Gustavo Pérez Beriles, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo, Alejandro Trujillo Rocha y Wilberto Mata Estrada.
De acuerdo con información de la Sedena, el mando a cargo de la tripulación (camioneta militar) no dio la orden de abrir fuego y, pese a ello, los soldados de la batea accionaron sus armas contra civiles.
“Comete el delito de desobediencia el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla. Lo anterior se entiende salvo el caso de la necesidad impuesta al inferior, para proceder como fuere conveniente, por circunstancias imprevistas que puedan constituir un peligro justificado, para la fuerza de que dependa o que tuviese a sus órdenes”, refiere el artículo 301 del Código Penal Militar.
“La desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión, excepto en los casos siguientes: cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión; cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez años de prisión”.
Los militares serán procesados en la Ciudad de México y será un proceso aparte de que sigue la FGR por las muertes de los civiles.
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