En un departamento ubicado en la Unidad Habitacional Girasoles, en Iztapalapa, Ciudad de México, la noche del 22 de marzo, un grupo de paramédicos acudió a intentar dar los primeros auxilios a la señora Enriqueta, quien ya había muerto, sin embargo, después de esto, nadie acudió a retirar el cadáver.

Su hija, Lucero, de 30 años, vivió con el cadáver de su madre por ocho días, hasta que el mal olor del cuerpo en descomposición alertó a los vecinos, quienes contactaron al dueño del departamento.

Dejan el cadáver en el departamento

El propietario, quien alquilaba el departamento a las mujeres, permitió a las autoridades entrar a la vivienda, donde localizaron el cuerpo de la mujer de 69 años en estado de descomposición.

Al lugar llegaron servicios periciales, y paramédicos, quienes trasladaron el cuerpo de Enriqueta al anfiteatro en Iztapalapa y a su hija, Lucero, para iniciar la investigación.

La Fiscalía General de Justicia informó que se inició una carpeta de investigación para saber por qué los paramédicos no reportaron el deceso de la mujer y por qué su hija tampoco solicitó el retiro del cuerpo de su madre.

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