La inflación en México bajó un 0.16 por ciento en la primera quincena de abril, quedando en 6.24 por ciento anual según datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sin embargo ello no ha impedido que el precio de algunos productos vaya en aumento, tal es el caso del pollo.

Datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor registró que el pollo subió en un 3.60 por ciento quincenal, lo que influirá en la comida de los mexicanos.

Al corte del 31 de marzo, según datos del Diario de Precios del Sector Primario, el 31 de marzo el pollo entero estaba a 59.14 pesos el kilo, y para este lunes 24 de abril el pollo entero está en 63.55 pesos, es decir, un aumento de 4.41 pesos en las últimas tres semanas.

Si una pechuga de pollo con hueso a granel de pollo valía a finales de marzo 82.18 pesos por kilo, según datos del comparado de precios promedio del Inegi, su precio ahora sería de 85.06 pesos, casi 3 pesos adicionales.

Esto invariablemente afecta el precio del producto preparado en establecimientos, pues taquerías, loncherías, fondas y torterías subió en promedio un 0.41 por ciento.

La caída en la inflación fue sorpresiva para especialistas, ya que Citibanamex pronosticó una tasa de 6.32 por ciento, y el mercado estimaba una caída del 0.08 por ciento.

Este dato de inflación trajo también un retroceso en los precios de productos y servicios, ya que la electricidad bajó 12.49 por ciento, mientras que el gas LP bajó 4.71 por ciento y el transporte aéreo 22.01 por ciento.

A pesar del enfriamiento de la inflación general, todavía se mantiene por arriba del rango objetivo del Banco de México (Banxico) que es de 3 por ciento +/- un punto porcentual.

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