Timothy Shaddock, un australiano aventurero, se convirtió en protagonista de una increíble historia de supervivencia al naufragar en alta mar junto a su fiel compañera, la perrita Bella. Después de tres meses a la deriva, fueron rescatados por el buque atunero “Tuny” a unos 1.930 kilómetros de la costa.

Los reporteros se congregaron en el puerto de Manzanillo para obtener las primeras declaraciones de Timothy Shaddock tras su rescate. “Me siento bien. Me siento mucho mejor que antes, se los digo”, expresó Shaddock sonriente, luciendo barbudo y delgado, pero con un aire de alivio evidente en su semblante.

Timothy compartió con el periódico “The Daily Telegraph” los detalles de su odisea marítima. El viaje que inició desde la ciudad de La Paz, en Baja California Sur, con destino a la Polinesia Francesa, se vio afectado por una tormenta que golpeó su embarcación unas semanas después de zarpar. Fue en mayo, durante la luna llena, cuando avistó tierra por última vez mientras navegaba por el Mar de Cortés hacia el océano Pacífico.

Desafortunadamente, la tormenta dañó su embarcación y los equipos electrónicos que llevaba consigo, dejándolo sin medios para comunicarse o pedir ayuda.

La clave para su supervivencia radicó en la ingesta de pescado crudo y agua de lluvia. Esas fueron sus únicas fuentes de alimento y bebida durante las largas semanas de deriva en medio del océano.

Timothy no estaba solo en esta travesía, Bella, su fiel perrita, fue su compañera de infortunio. El australiano destacó el papel crucial de Bella para mantenerse con ánimo y continuar luchando por su vida. “Traté de encontrar un hogar para ella tres veces, pero ella siempre me seguía al agua. Es más valiente que yo, de eso estoy seguro. Bella tuvo un papel crítico en todo esto, (…) todo el mundo la ama y ella me hizo sentir bien”, confesó emocionado.

El rescate ocurrió gracias a la pronta intervención del buque atunero “Tuny”, cuya tripulación detectó el pequeño bote a la deriva en una situación extremadamente precaria. Sin provisiones adecuadas ni refugio, tanto Timothy como Bella estaban en peligro. La tripulación del buque les brindó atención médica, comida e hidratación, salvándoles la vida.

Antonio Suárez Gutiérrez, presidente fundador de Grupomar, empresa propietaria del buque “Tuny”, expresó su orgullo por el capitán del barco, Oscar Meza Oregón, y su tripulación, elogiándolos por su humanidad y acto de rescate.

Timothy Shaddock se recupera ahora en tierra firme, agradecido y ansioso por regresar a Australia para reunirse con su familia. Su historia de valentía y supervivencia inspira a todos aquellos que conocen su increíble relato de resistencia en medio del vasto y desafiante océano.

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