El Día Mundial de la Salud Sexual se celebra anualmente el 4 de septiembre en todo el mundo y esta efeméride fue establecida con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de la salud sexual y promover el acceso a información y servicios de salud sexual de calidad para todas las personas, sin importar su género, orientación sexual, edad o condición social.

El origen de esta celebración se remonta al año 2010, cuando la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés) decidió instituir este día como una manera de abordar los desafíos y problemas relacionados con la salud sexual en todo el mundo.

Desde entonces, el Día Mundial de la Salud Sexual se ha convertido en una plataforma global para la educación, la promoción y la defensa de los derechos sexuales y reproductivos.

La salud sexual es un componente fundamental de la salud en general y abarca aspectos físicos, emocionales, mentales y sociales.

Implica la capacidad de tener relaciones sexuales satisfactorias y seguras, así como el derecho a tomar decisiones informadas sobre la propia sexualidad. Además, aborda cuestiones como la prevención de enfermedades de transmisión sexual, el acceso a métodos anticonceptivos, la educación sexual integral y la eliminación de la discriminación y el estigma relacionados con la orientación sexual y la identidad de género.

En el Día Mundial de la Salud Sexual, se promueve también la importancia de la información precisa y la educación sexual como herramientas clave para la toma de decisiones responsables.

Además, se destaca la necesidad de garantizar el acceso a servicios de salud sexual seguros y de calidad para todas las personas, con un enfoque en la inclusión y la diversidad.

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