La Cámara de Diputados tenía previsto discutir un proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de los trabajadores del país, pero el simulacro sísmico realizado el 19 de septiembre interrumpió la reunión en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de San Lázaro, donde se definirían las fechas para el debate en el Pleno del Palacio Legislativo.

La iniciativa, que lleva seis meses congelada en el Congreso, fue presentada por Jorge Álvarez Máynez, diputado federal de Movimiento Ciudadano (MC), y busca aumentar el tiempo de descanso para los trabajadores mexicanos. Actualmente, los empleados tienen derecho a un día de descanso por semana, y la iniciativa propone incrementar ese período a un mínimo de dos días.

Ignacio Mier, ex presidente de la Jucopo de la Cámara de Diputados, quien había prometido que el tema se discutiría en septiembre, declaró: “No se abordó ese tema en la Jucopo, el (actual) presidente de la Junta no lo consideró en el tema y cuando íbamos a continuar con la sesión, en asuntos generales, que lo íbamos a presentar, llegó la hora del simulacro. En la próxima sesión, seguramente, se va a abordar el tema”.

La propuesta de la bancada naranja busca reducir las horas trabajadas por semana, ya que México tiene una de las jornadas laborales más largas en comparación con otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Actualmente, se permite un límite de 48 horas trabajadas a la semana, distribuidas en seis días de ocho horas cada uno. La iniciativa busca reducirlo a 40 horas, es decir, cinco días de ocho horas cada uno.

El Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) establece que “Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos”. La propuesta de MC busca modificarlo a “Por cada cinco días de trabajo deberá disfrutar la persona trabajadora de dos días de descanso, cuando menos, con goce de salario íntegro”.

Si la iniciativa se aprueba, esto significa que los trabajadores que actualmente laboran seis días a la semana trabajarán cinco, sin que esto afecte su salario. La propuesta se basa en mejorar la calidad de vida de los trabajadores mexicanos y reducir la brecha con países que tienen jornadas laborales más cortas.

Según Jorge Álvarez Máynez, el impacto de esta iniciativa en términos de horas de descanso sería significativo. En países como México, Cuba, Bolivia, Colombia, Argentina, Perú, Uruguay y Paraguay, donde se laboran más de 2,300 horas anuales en promedio, se podrían ganar 464 horas de descanso adicionales al año si se aprueba la ley, lo que representaría una mejora sustancial en la calidad de vida de los trabajadores.

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