El huracán Otis causó daños significativos en la ciudad de Acapulco, Guerrero, después de tocar tierra en la madrugada del miércoles. Con vientos máximos sostenidos de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h.

Las calles y casas de Acapulco están inundadas, numerosos hoteles han resultado gravemente dañados, y escombros se han esparcido por toda la ciudad.

Árboles han sido derribados, las comunicaciones se han interrumpido y hospitales han sufrido daños, mientras que las carreteras quedaron bloqueadas.

Debido a las afectaciones en las comunicaciones, las autoridades no han podido precisar el número de víctimas o damnificados.

La telefonía, internet y gran parte del servicio eléctrico han quedado dañados, lo que redujo las posibilidades de preparación de la población.

Imágenes compartidas por huéspedes en la zona turística de Acapulco muestran la intensidad de los vientos durante la madrugada y los refugios improvisados en los hoteles.

David Hall, un turista norteamericano quien llegó a un hotel para una conferencia de trabajo horas antes de que Otis tocara tierra, informó que el edificio fue dañado por el viento y la lluvia. Las ventanas de las habitaciones se rompieron y objetos que volaron desde fuera de las habitaciones.

Otros videos transmitidos en la televisión local muestran barrios de Acapulco anegados por el desbordamiento de ríos y arroyos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró este miércoles que “no hay comunicación” en el puerto y que se trataba de “un huracán muy fuerte, de mucha intensidad”.

Como parte de los trabajpos de ayuda se desplegó el Plan DN-III y el Plan Marina de apoyo a la población, que incluye albergues y ayuda humanitaria.

El huracán Otis se debilitó ayer a tormenta tropical al adentrarse a México, y aunque este jueves ya se disipó, sigue generando fuertes lluvias en la región. Las autoridades han movilizado al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional para brindar asistencia.

La Comisión Federal de Electricidad informó que casi 500 mil clientes perdieron el servicio eléctrico en Acapulco, donde viven alrededor de 800 mil personas y es uno de los destinos turísticos más concurridos de México.

Se han abierto 500 refugios para la población local. Además, las lluvias dejadas por “Otis” provocaron el desbordamiento de los ríos Papagayo, Balsas y Truchas, así como unos siete cortes carreteros por deslaves en la Autopista del Sol, lo que causó que el paso entre Acapulco y Chilpancingo quedara obstruido.

A falta de Fonden, el Gobierno federal activó el Bono para Catástrofes, con una cobertura de hasta 485 millones de dólares y se activa según el nivel de severidad en daños por huracanes y terremotos.

Adicionalmente, Hacienda dijo contar con presupuesto para atender la emergencia, a través del Fondo y el Programa de Desastres Naturales, por 35 mil millones de pesos.

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