A partir del año 2024, se establecerá una modificación significativa en la tradicional transición presidencial en México, por lo que habrá un nuevo día feriado.
Por primera vez, el 1 de octubre será reconocido como el día de descanso obligatorio para las personas trabajadoras, marcando el momento en que el Presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, traspasará la responsabilidad a quien resulte ganador de las elecciones federales de junio próximo.
La Ley Federal del Trabajo (LFT) ya contemplaba el día de transición presidencial como un descanso obligatorio desde 1970, pero anteriormente se celebraba el 1 de diciembre.
La nueva fecha se originó a raíz de la reforma política de 2014, que modificó el artículo 83 de la Constitución para establecer que el Presidente entrante asumirá su cargo a partir del 1 de octubre. Esta disposición será aplicada por primera vez al próximo gobierno después de la administración de López Obrador.
La reducción del plazo entre la elección presidencial y la toma de protesta se justifica por la necesidad de acortar el periodo previo, que anteriormente abarcaba seis meses.
En comparación con otras economías como Hungría o Portugal, donde los mandatarios asumen funciones apenas ocho días después de ser electos, la medida busca agilizar el proceso de transición en México.
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