Los precios al consumidor en México aumentaron más de lo esperado en diciembre, registrando un incremento del 4.66% en comparación con el mismo mes del año anterior, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (Inegi).

Este dato, el más alto en cinco meses, superó las expectativas de los analistas, quienes proyectaban un 4.57%.

La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles, como el combustible, se desaceleró a un 5.09%, situándose por debajo de la proyección de los economistas del 5.15%.

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Esta aceleración en la tasa anual general durante dos meses consecutivos podría aumentar la presión sobre el Banco de México (Banxico) mientras considera la posibilidad de recortes de tasas en los próximos meses.

Banxico ha comenzado a discutir cautelosamente la posibilidad de reducciones en 2024, considerando que cualquier medida debería ser gradual.

A pesar de las expectativas del mercado financiero, el banco central mexicano aún no ha flexibilizado sus tasas clave, manteniéndolas en un récord del 11.25% durante seis reuniones consecutivas.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también está contemplando recortes en 2024, abriendo la posibilidad de que Banxico siga la misma senda.

Las minutas de la reunión de diciembre de Banxico enfatizan la necesidad de prudencia al considerar el proceso de flexibilización, sugiriendo ajustes finos y cautelosos. La decisión sobre la orientación futura indicó que la tasa actual se mantendría “por algún tiempo”.

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