La Semana Santa en Taxco de Alarcón, Guerrero, se distingue por sus conmovedoras representaciones religiosas, especialmente las protagonizadas por los penitentes, quienes desempeñan un papel fundamental en las procesiones de este pueblo mágico.
Durante estas festividades, las calles de Taxco cobran vida con procesiones donde diversas figuras religiosas son llevadas en solemnidad. Los penitentes, encapuchados y custodios de estas imágenes, son una parte integral de la tradición.
La Semana Santa es la conmemoración anual de la pasión de Cristo, desde su entrada a Jerusalén hasta su resurrección.
En México, una gran parte de la población practica la religión católica, lo que hace de estas festividades un evento significativo.
Los penitentes de Taxco no solo son figuras de temor, sino también de devoción. Para ellos, ser penitentes es un acto de fe y gratitud hacia Dios. Visten de negro y mantienen su identidad en secreto, tomando este papel como un privilegio.
Esta tradición, que se remonta a 1598, atrae a miles de visitantes cada año, quienes presencian cómo los penitentes caminan descalzos por las calles empedradas, cumpliendo con sus deberes religiosos.
Existen diferentes tipos de penitentes en Taxco:
- Encruzados: Varones que llevan rollos de zarza sobre sus hombros y brazos, que se entierran en su piel mientras caminan.
- Flagelados: Portan una pesada cruz de madera y se golpean con disciplinas, desgarrando su piel en un acto de penitencia.
- Ánimas: Damas encapuchadas que arrastran gruesas cadenas, representando un reto físico durante la procesión.
Para participar en estas hermandades, se requiere preparación física y mental, así como un registro con un año de anticipación y reuniones con religiosos para cumplir con las penitencias.
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