Después de casi trece años, la tutela que estaba en manos de Jamie Spears, padre de la princesa del pop, Britney Spears, fue removida por una juez en Los Ángeles, California. 

Con una sala de audiencia a reventar y toda la calle frente al tribunal cerrada por fans y medios de comunicación, fue que este día miércoles la jueza Brenda Penny de La Corte Superior de Los Ángeles suspendió al padre de Britney Spears, Jamie Spears, como su tutor legal, un cargo que ha ejercido durante más de 13 años. 

Y aunque la tutela de la cantante estará en manos de un funcionario del estado temporalmente, el abogado de Britney, Mathew Rosengart, logró que el fallo fuera a favor de la princesa del pop. 

Britney

“Cada día que pasa con él como su tutor – cada día y cada hora – es un día en que le causa angustia y dolor a su hija”, escribió el abogado en un documento que llegó hasta la corte. También dijo Rosengart que el padre de Britney debe entregar todos sus activos y poderes como tutor, haciendo referencia a la enorme fortuna que es controlada hasta ahora por Spears. 

Britney
abogado de Britney, Mathew Rosengart

El movimiento #FreeBritney dio paso a que todos los medios del mundo voltearan a ver las exigencias de Britney y la abusiva vida que llevaba con su padre y hermana menor en la tutela que tenía desde el año 2008, cuando tuvo un episodio de ira y depresión por el constante y abusivo acoso de los paparazzis.

El golpe final al padre de la princesa del pop fueron los documentales que salieron al aire en el New York Times divulgado el viernes y “Britney vs Spears”, que Netflix divulgó el martes; en tales documentales se mostraba los abusos diarios que la cantante sufría con la tutela, cámaras en su cuarto 24/7, medicamentos sedantes no prescritos, violación a sus derechos humanos, y más. 

Ahora falta ver en cuánto tiempo logra el abogado de Britney quitar la total custodia, pues se dice que la tendrá el estado hasta el mes de diciembre pero puede ser revocada en menos tiempo. 

Lee aquí: Interpol busca a Laura Bozzo, lanzan ficha roja en 190 países