La planta de cemento de La Cruz Azul paró su actividad súbitamente alrededor de las 3 de la madrugada por falta de energía eléctrica, pero no hubo movilización de cooperativistas porque no se tenían reportes de un posible ataque de la disidencia.
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La planta de Hidalgo produce bajo el constante asedio del grupo disidente, con la permanente amenaza de ser tomada de manera violenta y por ello al registrarse la falta de energía se lanzó la alerta, pero se constató que sus instalaciones no fueron vandalizadas.
Federico Sarabia, presidente del Consejo de Administración, dijo que la planta ha estabilizado su producción y en promedio fabrican 200 toneladas de cemento por hora, por lo que un paro de labores significa una millonaria pérdida.
Entre los trabajadores se maneja la versión que la Comisión Federal de Electricidad hizo una “libranza”, un corte de energía eléctrica, pero la diligencia que encabeza Federico Sarabia Pozo no ha emitido aún un comunicado sobre la situación. La vocería señaló que en el transcurso del día informarán.
Las policías municipal y estatal han estado realizando discretos rondines, pero la ciudad está en calma y el cambio de turno de los trabajadores se realizó sin incidentes.
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Disputas violentas en la planta de Cruz Azul
El conflicto al interior de la cooperativa, entre dos grupos de poder que se disputan el control, ha tenido en Hidalgo, muchos episodios pero al menos dos han sido muy violentos el ocurrido el 15 de diciembre del 2021 y el que tuvo lugar el 27 de abril del 2022, cuando se registró un enfrentamiento, entre cooperativistas y un grupo de choque de al menos 600 personas vecinas de la ciudad de México, presuntamente enviado por el grupo que encabeza José Antonio Marín Gutiérrez, en el que perdieron la vida ocho personas.
Asimismo, el grupo disidente hizo un nuevo intento de tomar por la fuerza la planta el pasado 26 de julio del 2022 que fue frustrado.
Los cooperativistas fueron informados que el grupo contrario volvió a contratar un numeroso grupo de personas en la ciudad de México e informaron de la situación a los gobiernos federal y estatal. Para evitar un nuevo enfrentamiento, pues los socios y trabajadores de la planta de Hidalgo estaban preparados para contener la agresión, la policía estatal, regresó el convoy de vehículos que trasladaba al presunto grupo de choque cuando circulaban por el municipio de Tepeji del Río, desactivando la amenaza.