Este 3 de julio se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Rubinstein-Taibi, una iniciativa destinada a aumentar la conciencia y comprensión de esta rara enfermedad genética.

El Síndrome de Rubinstein-Taibi, también conocido como Síndrome de Broad Thumb-Hallux, es una afección genética poco frecuente que afecta principalmente al desarrollo físico y cognitivo de las personas que lo padecen.

Fue descubierto por los médicos Jack Rubinstein y Hooshang Taibi en la década de 1960. Desde entonces, se ha avanzado en la comprensión de esta enfermedad, aunque aún existen muchos aspectos por descubrir.

Este síndrome se distingue por varias características físicas distintivas, entre las que se encuentran los pulgares y dedos gordos anchos, cortos y deformados, así como retraso en el desarrollo motor y del habla, baja estatura, curvatura de la columna vertebral (escoliosis), paladar hendido y dificultades cognitivas que varían en su gravedad.

La intensidad de los síntomas puede variar significativamente entre los afectados, incluso entre miembros de una misma familia.

En cuanto a la incidencia, el Síndrome de Rubinstein-Taibi es considerado una enfermedad rara, lo que implica que afecta a un número limitado de personas en comparación con otras enfermedades más comunes.

A nivel mundial, se estima que la incidencia de este síndrome es de aproximadamente 1 en 125,000 a 1 en 720,000 nacimientos. Sin embargo, estas cifras pueden variar dependiendo de la región y la población estudiada.

En México, no existen datos precisos sobre la incidencia del Síndrome de Rubinstein-Taibi. La falta de información y la dificultad para el diagnóstico preciso pueden contribuir a la subestimación de los casos en el país.

A pesar de esto, se estima que la enfermedad afecta a un número reducido de personas en comparación con otras afecciones genéticas más conocidas.

El Día Internacional del Síndrome de Rubinstein-Taibi se estableció con el objetivo de promover la conciencia pública sobre esta enfermedad poco común y fomentar la investigación científica para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Con motivo de la efeméride, se realizan actividades educativas, campañas de sensibilización y eventos de recaudación de fondos para apoyar a las organizaciones dedicadas a la investigación y el apoyo a los pacientes y sus familias.

A pesar de los desafíos que presenta el Síndrome de Rubinstein-Taibi, es menester recordar que cada persona afectada es única y posee sus propias fortalezas y habilidades. El apoyo y la comprensión de la sociedad pueden marcar una diferencia en la vida de aquellos que viven con esta enfermedad.

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