El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó hoy su sexto y último informe sobre el caso Iguala, en el que investigaron la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa ocurrida en 2014. El informe destaca la presunta complicidad de las autoridades con el cártel Guerreros Unidos, grupo criminal vinculado con el crimen que conmocionó a México y al mundo entero.

Durante la presentación del informe en la Ciudad de México, el GIEI documentó los eventos ocurridos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Además, señaló las obstrucciones, alteraciones y otras irregularidades cometidas por las autoridades encargadas de la investigación, poniendo en entredicho la denominada “verdad histórica” promovida por la administración anterior.

Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), las investigaciones independientes llevadas a cabo por el GIEI cuestionaron la versión oficial sostenida por la administración de Enrique Peña Nieto (EPN). Con sus últimos esfuerzos, los señalamientos del grupo alcanzaron incluso a instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Entre los descubrimientos clave del GIEI destaca que las autoridades estatales y federales tenían conocimiento de la colusión entre autoridades municipales y el crimen organizado. Asimismo, se reveló que la Sedena tenía elementos infiltrados en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, incluyendo uno de los 43 desaparecidos, y que tanto la Sedena como el Cisen estaban al tanto de los ataques en tiempo real pero decidieron no intervenir.

El informe detalla que los hechos no fueron un ataque aislado, sino siete ataques armados y coordinados, en los cuales participaron las policías municipales de Iguala, Cocula, Huitzuco y Tepecoacuilco, desde las 21:30 horas del 26 de septiembre hasta la 01:30 horas del día siguiente.

El cártel Guerreros Unidos fue identificado como el grupo delincuencial responsable de la desaparición de los normalistas. Sin embargo, el GIEI resaltó que muchos testigos y participantes en los hechos, presuntamente miembros del cártel, han sido asesinados, algunos de ellos de manera intencional para obstruir la investigación.

Tras la identificación de restos óseos encontrados, se ha logrado identificar a tres de los 43 jóvenes desaparecidos: Alexander Mora Venancio, Christian Rodríguez Telumbre y Jhosivany Guerrero de la Cruz. Con la presentación del informe, el GIEI concluye su participación en el caso Iguala, y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa asume la responsabilidad de continuar con las averiguaciones que han conmovido la vida pública de México desde 2014.

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