A pocas horas de que el Senado de Estados Unidos decida sobre la ayuda de 61 mil 400 millones de dólares solicitada por la Casa Blanca para Ucrania, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski renunció a intervenir ante los legisladores en las reuniones cerradas preparatorias.
Este cambio de planes ha generado especulaciones sobre la posible falta de apoyo en el Senado, especialmente por parte de los republicanos.
El legislador opositor ucraniano Oleksí Goncharenko sugiere que el fracaso en la votación se debe a condiciones impuestas por los republicanos, relacionadas con medidas más duras contra la inmigración ilegal, que los demócratas no aceptan.
Ante este escenario, la intervención de Zelenski podría no haber cambiado la situación.
La embajadora de Ucrania en Washington, Oksana Markarova, ofreció una explicación oficial indicando que la decisión de Zelenski se tomó debido a que las sesiones abordarían no solo temas relacionados con Ucrania, sino también asuntos internos adicionales.
El ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umérov, sugirió que la urgencia del contexto bélico en Ucrania podría haber influido en la decisión de Zelenski de no intervenir.
La incertidumbre sobre la ayuda militar estadounidense y el estancamiento en el frente han aumentado las críticas y la presión interna contra el presidente ucraniano.
La delegación ucraniana, presente en Estados Unidos, busca desbloquear la asistencia antes de final de año, reconociendo “un gran riesgo” para Ucrania si no se asegura el apoyo estadounidense.
El presidente de la Rada Suprema, Ruslán Stefanchuk, y el jefe de la oficina presidencial, Andrí Yermak, buscan opciones para obtener una decisión positiva del legislativo estadounidense.
Las críticas hacia Zelenski incluyen acusaciones de vender un relato optimista de la guerra, en contraste con la realidad percibida por algunos sectores.
Además, se cuestiona la estrategia ucraniana para vencer las resistencias republicanas, con reclamos de falta de iniciativa en enviar delegaciones previas para convencer a los legisladores escépticos.
El diputado opositor Oleksí Goncharenko dijo que el rechazo republicano se trata de una cuestión de política interna en la que Ucrania tiene un margen de influencia limitado.
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