La Autopista del Sol rumbo a Acapulco registró un incremento en la afluencia vehicular a través de las casetas de peaje Palo Blanco, La Venta y Paso Morelos, las cuales operan de manera gratuita, a unas horas de que se celebre la Navidad.
De acuerdo con datos de Caminos y Puentes Federales (Capufe), entre 15 y 20 automóviles entraban y seis salían del puerto cada minuto, principalmente visitantes provenientes de Morelos, Puebla, Hidalgo, Querétaro y Ciudad de México.
El arribo de los turistas al puerto de Acapulco se observa en las principales avenidas de ese destino de playa, ya que en las calles había tráfico vehicular, además de mayor demanda en centros de consumo como restaurantes.
De acuerdo con información del Gobierno de Guerrero, a dos meses de la catástrofe causada por Otis el puerto cuenta con 127 hoteles abiertos con una oferta de cuatro mil 534 habitaciones disponibles, de los cuales, 58 se ubican en la zona dorada, 57 en la tradicional, siete en Diamante y cinco hospederías en Pie de la Cuesta.
Seguridad en Acapulco
La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero mantiene filtros de seguridad en carreteras, así como en distintas playas de la región como parte del operativo por las fiestas decembrinas y de Fin de Año.
Este sábado se registró en Acapulco la primera familia que instaló su casa de campaña en una parte de los 12 kilómetros de arena de zona federal que tiene el puerto, a pesar de que las autoridades en ningún momento anunciaron el permiso para hacer uso del llamado hotel camarena en este periodo vacacional.
María Fernanda Patiño es una turista procedente de la Ciudad de México quien arribó la mañana de ayer al puerto a bordo de su automóvil, acompañada por sus dos hijos y su esposo, quienes se instalaron con su casa de campaña en la playa Hornos, sitio donde, dijeron, pernoctarán por lo menos hasta el próximo lunes.
“La verdad, en un principio decidimos venir al puerto de Acapulco para ver cómo había quedado después del huracán Otis, pero después la intención fue pasar unos buenos días a la orilla del mar, y por las noches bajo el cielo con la claridad que pueda dar la luna sobre la arena de la playa.
“Llegamos con nuestra casa de campaña y esperemos que no nos quiten de este lugar que es agradable”, dijo la visitante de Acapulco, quien aseguró que también realizará un gasto en los restaurantes.