La inflación general en México experimentó un aumento durante las primeras dos semanas de este año, generando presiones adicionales sobre los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), quienes ya contemplan posibles recortes en las tasas de interés.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios al consumidor incrementaron un 4.90% en comparación con el mismo período del año anterior, superando el 4.86% registrado a finales de diciembre.

Esta cifra se sitúa por encima de la estimación media del 4.78%, según una encuesta de Bloomberg.

Aunque la inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como el combustible y los alimentos, se desaceleró al 4.78%, en línea con las expectativas de los economistas, los precios al consumidor continúan superando el objetivo del 3% establecido por Banxico.

La Gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez, dijo que el banco considerará recortes de tasas en los próximos meses, enfatizando la necesidad de que estos sean graduales.

A pesar de la persistencia de la inflación, la reducción constante de la inflación subyacente ha brindado cierto alivio a las autoridades.

Factores estacionales, como revisiones anuales de costos y aumentos salariales, contribuyen al esperado repunte de los precios a principios de año.

La posición de la Reserva Federal estadounidense, que se anticipa que llevará a cabo recortes este año, facilita que Banxico considere su propio ciclo de flexibilización.

Aunque las posibilidades de una reducción de tasas en febrero son bajas según la mayoría de los analistas, la encuesta de Citi sugiere que el próximo paso podría ocurrir en marzo, con una caída proyectada de un cuarto de punto.

México, siendo sede del único banco central importante en América Latina con objetivos de inflación que aún no ha iniciado un ciclo de flexibilización, enfrenta decisiones importantes para mantener el equilibrio económico y evitar el sobrecalentamiento.

La inflación prevista para el cierre de 2024 es del 4%, según la encuesta de Citi, mientras que se espera que el crecimiento del PIB sea del 2.4%, cifra más modesta que la predicción del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

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