En días pasados Israel anunció la terminación de la presencia de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, tras alegatos de vínculos militantes por parte de algunos de sus empleados.
Según un expediente de inteligencia israelí, al menos 190 empleados, incluidos profesores, han desempeñado funciones como militantes de Hamás o la Yihad islámica.
Aunque los palestinos acusan a Israel de falsificar información, la UNRWA despidió a algunos empleados y está investigando las acusaciones.
Estas acusaciones representarían cerca del 1.5% de los 13 mil empleados de la UNRWA en Gaza.
La agencia, creada en 1949, ha sido objeto de críticas por parte de Israel y ha perdido financiamiento temporalmente por parte de varios países, incluidos Estados Unidos, Australia, Canadá, Italia, Reino Unido, Finlandia, Países Bajos, Alemania y Japón.
La UNRWA opera en territorios palestinos, Líbano, Jordania y Siria, brindando asistencia humanitaria a refugiados palestinos registrados, que suman más de 5.9 millones.
La suspensión de financiamiento pone en riesgo sus operaciones y servicios, afectando a más de 540 mil niños que estudian en sus escuelas. Noruega y España han anunciado que continuarán su apoyo a la agencia.
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