La superstición del número 13 no decepcionó a Taylor Swift y se extendió a los Kansas City Chiefs en un momento épico durante la reciente Super Bowl.

Ayer, en el décimo tercer partido al que asistió la artista para apoyar a su novio, Travis Kelce, y su equipo, los Chiefs alzaron el máximo trofeo de la NFL en una emocionante batalla en el Allegiant Stadium de Las Vegas, ante los San Francisco 49ers, por marcador de 25-22.

Durante los momentos finales del encuentro, que terminó en empate y se prolongó a tiempo extra, Swift se mostró nerviosa y comenzó a morderse las uñas, reflejando la intensidad del momento.

Sin embargo, su ansiedad se transformó en alegría cuando pudo abandonar el palco y bajar al campo para felicitar y festejar con Kelce, el número 87 del equipo.

Kelce había prometido dar lo mejor de sí en el gran juego después de presenciar el éxito de Swift en los Grammy, donde rompió récords como la máxima ganadora en la categoría Disco del Año.

La escena recordó al video musical de Swift “You Belong With Me”, donde la cantante interpreta a una enamorada de un jugador de fútbol americano, haciendo que el esfuerzo por llegar al partido valiera la pena.

Tras una serie de conciertos en Japón como parte de su “The Eras Tour”, Swift voló en su jet privado desde Los Angeles, California, para llegar a Las Vegas el domingo. Según TMZ, no pudo visitar a Kelce antes debido a las restricciones de la NFL.

Durante el partido, Swift lució accesorios que destacaban el número 87 de Kelce, incluyendo un collar y un bolso personalizados. Completó su atuendo con una chamarra de Erin Andrews y pantalones de la marca AREA.

Acompañada por su familia y amigos, Swift disfrutó del juego desde un palco, donde también compartió momentos con la familia de Kelce y celebridades como Blake Lively, Lana del Rey y Sir Paul McCartney.

Ahora, Swift y Kelce podrán celebrar juntos, aunque por poco tiempo, ya que el siguiente concierto de Swift está programado para este viernes en Melbourne, Australia.

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