Al final no ha habido cámaras en el interior del tribunal, ni la famosa fotografía policial de Donald Trump ni le han esposado, ni lo han retenido en ninguna celda.

Pero eso no ha retirado el adjetivo de inédito a la escena: por primera vez en la historia, un presidente de EU, en activo o retirado, se ha entregado a las autoridades para la toma de huellas dactilares y la lectura de cargos de su procesamiento.

Trump se declarará inocente y el juez, probablemente, lo pondrá en libertad.

Le esperaban cientos de periodistas y unos pocos seguidores, congregados en una tímida manifestación en el parque frente a la sede judicial. “Hoy es el día en el que un partido político gobernante arresta a su principal oponente por no haber cometido ningún crimen”, ha dicho el expresidente horas antes en un comunicado, insistiendo en la narrativa de que está siendo víctima de una persecución política.

Minutos antes de su llegada al tribunal, el expresidente ha publicado el siguiente mensaje: “Parece surrealista. Wow, me van a detener. No me creo que esto esté pasando en EEUU”.

Trump en la corte

En el interior de la sede judicial, el juez Juan Merchan le leerá los cargos que conforman su imputación, que ya fueron aprobados por un gran jurado el jueves pasado, pero que se han mantenido sellados hasta la fecha. El fiscal de distrito, Alvin Bragg, lo acusa de encubrir el pago a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio en 2016, en plena campaña electoral, sobre una relación extramatrimonial que habían mantenido diez años antes.

A pesar de que el pago para acallar un escándalo mediático no es delito en Nueva York, sí lo sería la falsificación documental a la que Trump habría recurrido para reembolsar el dinero del soborno a su abogado, Michael Cohen (que ya confesó en 2018). Un delito menor que podría ser agravado si se demuestra que la falsificación sirvió para la comisión de otro crimen, como la violación de la ley electoral.

En las próximas horas se conocerá la forma que toma la acusación de Bragg, en un caso que preside el juez Juan Merchan, quien ya llevó el juicio en el que se condenó por fraude fiscal a la Organización Trump y supervisó el caso de fraude criminal del exasesor Steve Bannon.

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